Digiere Bien tus Penamientos

Published on 9 August 2024 at 06:00

A veces dolemos tanto tiempo que pensamos que es normal. No es hasta que nos sentimos  bien por un tiempo, que podemos entender cuando nuestro cuerpo rechaza algo porque no es bueno para el. De la misma forma en que detectamos anticipadamente cuando algo nos caerá mal al estómago, así mismo quiero detectar cuando un pensamiento me causara daño antes de que lo haga. Las realidades que vivimos son difíciles y no queremos pensar en ellas pero siempre están ahí para recordarnos. Están presentes, tengo que verlas, tengo que sentirlas, son experiencias vividas y no puedo simplemente borrarlas de mi memoria. ¿Cómo puedo lograr identificar un pensamiento que a la larga me hará daño?

 Mientras estaba cenando un día, de momento sentí unas punzadas en el estómago. Me detuve de comer para tomar la decisión si debía continuar comiendo o no. Ya sabía que mi estómago no estaba reaccionando bien a la comida que me estaba comiendo y aunque deseaba que el dolor se fuera y no se pusiera peor para comer feliz, decidí que era mejor detener mi suculenta cena y tomar agua poco a poco. Desde hace unos años he tenido problemas con la digestión y mi estomago se inflama. De hecho está en mi historial familiar los problemas con el estómago. Hace unos años, ya que tenía esta preocupación, comencé a buscar información que me ayudara a mejorar mi digestión. Esto resultó en cambiar mi estilo de vida y las comidas. Ahora, luego de sentirme mejor puedo percibir cuando algo no me está cayendo muy bien al estómago y puedo detenerme a tomar la decisión de comer más o no comer más. Debo admitir que no siempre tomo la mejor decisión pero las consecuencias adversas hacen que cada vez tome mejores decisiones.

La comida trae consigo una mezcla de alimentos y es el trabajo del estómago descomponer esos alimentos para el cuerpo poder absorverlo a donde lo necesita. Los alimentos traen oxígeno a la sangre, vitaminas, minerales, y también está la parte que no sirve y se envía a desechar. Es vital que este proceso se pueda llevar a cabo y que los órganos que lo componen estén saludables. Si los órganos no están saludables no se podrá descomponer el alimento y entonces podremos estar supliendo veneno a nuestro cuerpo.


Imagina que el cerebro es el estómago  y la comida son los pensamientos. Nosotros no escogeremos comer algo envenenado, ni sucio, o sacado de la basura. Así mismo debemos escoger qué pensamientos vamos a creer y meditar. Así como el cuerpo descompone el alimento , lo purifica y desecha lo que no sirve, así también nosotros debemos de pensar, y pasar por el filtro de la palabra de vida, la biblia, y desechar pensamientos que no sirven. 

 

El alimento afecta tu cuerpo y el pensamiento tu estado de ánimo. Una cosa puede influir en la otra, las dos son importantes. Por esta razón la salud digestiva puede ser de impacto a nuestra salud mental. Tenemos nervios y más de 100 mil millones de neuronas que están conectadas con el proceso de digestión. Se ha establecido que los problemas del colon están directamente relacionados con estrés o ansiedad. También la mala digestion se puede relacionar con la depresión porque la salud en este sistema contribuye a la transmisión y producción de serotonina.

“Según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud, se estima que 85 millones de personas sufren colon irritable en Europa y, aproximadamente, en una de cada tres personas, este problema está asociado a un trastorno mental”.

https://centrodepsicologiaintegral.com/influye-salud-mental-en-trastornos-digestivos/



 

 

Pasé un momento en mi vida donde toda mi rutina cambió. Me separé de mi esposo, me mude, entraba y  salía de la corte, mis finanzas cambiaron, las amistades que pensé que tenía, no eran verdaderas, y con el tiempo mi salud se deterioró. Aun así, me aferre a la oración y a la búsqueda de la palabra de Dios en donde tuve que reconocer mis errores y aprender a manejar mis palabras. La palabra de Dios ya nos dice toda esta información que la ciencia ahora nos provee la evidencia. En Proverbios dice que la muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. Nuestra boca hablará lo que pensamos, lo que pensamos es la comida que comemos, sufriremos las consecuencias sean para bien o para mal. Si lo vemos de otra forma, podemos decir que al comer algo que está envenenado lo vamos a vomitar con dolor. Y de igual forma podemos comer cosas que nuestro cuerpo no detecta que nos hará daño porque son azúcares refinadas, o comidas procesadas. Pero con el tiempo de consumirlas dañan el sistema digestivo y traen múltiples enfermedades. 


 

Mientras más nos acercamos a la palabra de Dios mejor podemos detectar pensamientos que vienen del enemigo de nuestra alma. No debemos ignorar que el existe. La biblia nos exhorta a no ignorar las maquinaciones del enemigo y así no ganará ventaja sobre nosotros. Igualmente nos exhorta a ponernos una armadura para poder estar preparados a los ataques que enfrentamos. La biblia nos enseña que debemos protegernos con el escudo de la fé y utilizar la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. La palabra de Dios da vida por lo que cuando un pensamiento no es de Dios, nos produce sentimientos que son para nuestra destrucción. Esto es difícil muchas veces porque como escribí al principio, nosotros vivimos realidades que no podemos esconder y es difícil poner una palabra de fé para cambiar un sentimiento que es muy real y verdadero. Esto se debe a que la fé no es lo que vemos sino una esperanza en algo que no vemos. Suena contraproducente y como si fuera mágico, pero no, es muy real, la palabra de Dios no miente.

 

Esto se ve así, piensa que estás en una situación difícil financiera y no puedes salir del hoyo en que tú mismo te metiste, o circunstancias de la vida te hicieron estar ahí. No se puede dudar que estas en bancarrota pero tampoco se puede dejar de tener fé en Dios de que las cosas pueden cambiar. El declarar la palabra te dice a ti mismo, no estoy solo en esta situación, Dios es el dueño del oro y la plata, Dios es mi refugio y la roca de mi salvación, y estas declaraciones de fé nos ayuda a mantenernos fuertes durante el proceso. Luego comenzamos a leer historias de como Dios provee la inteligencia y sabiduría para administrar nuestros bienes como la hisotria de Jose, y de ahí nos lleva a leer, informarnos, produce el deseo de superar esa vivencia y no volver a caer en una situación así. La palabra de Dios no es mágica, ¡es transformadora! 

 

Mientras nos sentimos estancados en el hoyo y le estamos creyendo a Dios, será un gran reto. Para que nuestra vida sea realmente transformada tenemos que admitir nuestro error. El reconocer en dónde estamos fallando nosotros, o aceptar que hay cosas que no tienen explicación y solo se tienen que aceptar, es muy difícil y sufrido. Pero te pido por favor no te rindas porque te traerá un fruto que podrás dar a los demás y será lo mejor de ti. La mejor versión de ti no la saca ningún ser humano, la produce Dios. Confía en él y nunca serás decepcionado. 

Add comment

Comments

Paula
6 months ago

Tremenda comparación, entre el estómago y el cerebro. Los dos necesitan que los cuidemos correctamente.